El principal atractivo de la película 'Desafiante' de Luca Guadagnino recae en su totalidad en el trío creado por sus protagonistas.
Por Carlos Gómez Iniesta
Si la película viene firmada por un consentido como el italiano Luca Guadagnino (Llámame por tu nombre), con una estrella como Zendaya en el protagónico y además una exploración erótica –como el autor lo acostumbra–, por supuesto que el interés y el morbo llegarían fácilmente, pero ¿hay algo más?
Desafiantes (Challengers) da cuenta de la amistad trastocada de Art Donaldson (Mike Faist) y Patrick Zweig (Josh O’Connor) a partir de conocer a Tashi (Zendaya), otra tenista con altísimo potencial. Pronto, la manipulación será el nombre del juego, convirtiendo este triángulo en una competencia que ira mucho más allá de la cancha.
Entre la final de un reñido partido, rebotan los flashbacks de años, semanas y días donde el destino de los amantes queda sellado por una apuesta. Esto impulsa una enredada narrativa que alarga este duelo por más de dos horas en la butaca (difícil trabajo de edición de Marco Costa). Se alcanza a rememorar películas como Los soñadores o Y tu mamá también, donde el sexo, las revanchas de la vida y la dignidad son definitorios, pero la condensación de 13 años, repetitiva y monotemática, va restando el interés por la historia.
El filme rodado en Boston, se sostiente por el trabajo actoral del trío, su frescura y naturalidad. Los diálogos son convertidos en agresivos duelos de tenis, que además crecen con la música electrónica de Trent Reznor y Atticus Ross (ganadores del Oscar por Red social). Lo demás, da casi igual si funciona o no.
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