A 25 años del estreno, la serie 'Los Soprano' sigue regodéandose en su leyenda. Revivamos algunas curiosidades y el capítulo de culto que se relaciona con la muerte del actor James Gandolfini.
por Carlos Gómez Iniesta
Este año se han cumplido 25 años del estreno de Los Soprano, la serie que le dio la inmortalidad al jefazo Tony Soprano. Confieso: hace apenas unos días concluí la sexta temporada junto al críptico final del que todos hablan desde 2007. Con ello, también terminó una década de esquivar conversaciones entre la vergüenza de no aportar al debate y el temor de que alguien me lo arruinara.
Pero ahora estoy nostálgico. No sólo por saber que no habrá más capítulos, sino por comprobar cuánto el mundo ha cambiado. Entre la temporada 3 y 4 se fueron las Torres Gemelas de su intro: el 9/11 modificó el inicio, la trama y al planeta. Sí queda la casa familiar del 14 de Aspen Drive en Nueva Jersey para hacer turismo cinematográfico, pero lamentablemente ha desaparecido el Vesubio de Artie, las carnes de Satriales y también las del Bada Bing!. Era un mundo en donde los DVDs eran mercancía valiosa, tanto que un Blockbuster empleaba al menor de los Soprano y los celulares plegables sólo servían para hacer y recibir llamadas. ¿Cómo hubiera cambiado esta historia con smartphones geolocalizables, aplicaciones de citas, X y grabaciones de video?
Sin embargo, sí llegan algunos ecos al mundo de hoy: AJ quiere ser el chofer del helicóptero de Trump y profundizar en el conflicto de Israel-Palestina. Meadow estudia en la recién liberada a macanazos Universidad de Columbia. Y claro, mientras uno ve la pantalla, aún no puede creer que el actor James Gandolfini ya no esté en este mundo, que haya trascendido tan sólo cinco años después de la conclusión de la serie. Se me erizó la piel cuando en el capítulo The Strong, Silent Type, Christopher le grita desencajado frente familia y amigos: “¡Por la forma en la que comes, tendrás un infarto para cuando tengas 50!”. Gandolfini murió a los 51, en Roma… de un infarto.
Pero la inmortalidad e influencia ya la tenía ganada gracias a su Tony Soprano.
